La agricultura representa una actividad económica pero más allá de ser una actividad económica, es una actividad básica para la supervivencia de la raza humana.

La agricultura convencional ha sido señalada como responsable de la producción de casi una quinta parte de los gases que producen el efecto invernadero, a la vez de utilizar el 70% del consumo mundial de agua.  A pesar de esto, mucha de la cosecha se pierde y parte de la población mundial todavía no satisface las necesidades de comida.

Este modelo de producción agrícola no puede continuar, fundamentalmente porque es insostenible por los altos impactos negativos sobre los recursos naturales y porque los alimentos que se producen cada vez tienen menor valor nutricional y mayor contenido en fitosanitarios.

Cambiar el rumbo hacia una agricultura respetuosa con el medio ambiente para ayudar a mitigar la crisis climática es nuestra obligación.

¿Qué es la agricultura ecológica?

Dos grandes actividades humanas dan origen a la Agricultura Ecológica: la Agricultura y la Ecología.

  • Desde el punto de vista etimológico, la palabra agricultura proviene de dos vocablos latinos, ager o agri que significa tierra o campo, y culture que significa cultivar, cultivo, habitar, siendo entonces la agricultura definida como “el cultivo del campo”. De forma cotidiana la agricultura es entendida como la actividad que se encarga de producir especies vegetales, a partir del recurso suelo, que luego serán utilizadas para el consumo como alimentos.
  • La ecología, etimológicamente, proviene de dos vocablos griegos, oikos que significa casa y logos que significa ciencia.  La ecología entonces es la ciencia que estudia la casa de los seres vivos, para su cuidado y preservación.  Hoy día se define como el estudio de las relaciones entre los seres vivos y los factores del ambiente que ellos cohabitan, es decir, el hábitat. La ecología es considerada la madre de todas las ciencias ambientales, y en un sentido más amplio, se encarga del estudio de las interrelaciones de todos los componentes del planeta.
  • Según estos dos conceptos, se puede definir a la Agricultura Ecológica como el conjunto de sistemas y métodos de cultivo de la tierra, mediante técnicas que permitan el cuidado del medio ambiente que se utiliza para la siembra. Cultivar la tierra y producir alimentos, pero al mismo tiempo, cuidar tanto el medio ambiente como la calidad del producto que va a ser destinado al consumo.

 

¿Y más allá de la etimología?

La producción ecológica la regula la Unión Europea desde el año 1991 que regula tanto la producción como el etiquetado de los productos ecológicos.

Así que todos los operadores ecológicos (ya sean agricultores, elaboradores, ganaderos, comercializadores…) de cualquier país europeo debe cumplir las mismas normativas.

Por cierto, ecológico, bio, biológico y orgánico significan exactamente lo mismo, son todos sinónimos.

¿Qué características tiene la AE?

A través de la AE se cultiva respetando los ciclos de la naturaleza, no se utilizan organismos modificados genéticamente (transgénicos) ni pesticidas de síntesis química.

Los objetivos de la AE:

Obtener alimentos nutritivos a través de procesos naturales

Promover el mantenimiento de la biodiversidad y de la calidad del agua

Hacer uso responsable de los recursos naturales y de la energía

Mejorar la fertilidad del suelo

Conservar y mejorar la riqueza de nuestro patrimonio agrario y paisajístico.

La agricultura ecológica también busca el desarrollo rural sostenible.

Desde los años 80 del siglo pasado, la producción ecológica está regulada en España y también el etiquetado de los productos ecológicos.

Podemos reconocer los alimentos ecológicos porque llevan el logotipo ecológico de la Unión Europea y el sello y el código numérico de la entidad de control que certifica ese producto.

¿Es mejor la AE para el medio ambiente? Sí, la AE tiene un menor impacto en el medio ambiente y es una de las herramientas que tenemos para conseguir mitigar la crisis climática.

En España, ya se dedican más de 2 millones de hectáreas al cultivo ecológico situándose como el primer país europeo y el quinto del mundo en producción ecológica.